viernes, 17 de febrero de 2017

Son muy especiales

Buenos días, cachorrillos y cachorrillas

Hoy nos hemos levantado con energía porque a la señorita Lia se le ha antojado lamerme la nariz a las seis y media de la mañana ¡Que bonito es madrugar! De haber sido una persona quien me levanta a estas horas, lo más seguro es que me hubiese puesto a despotricar y le hubiese exigido que me dejase dormir, pero con los perros, es diferente. Quizás es porque no hablan y su mirada lo comunica todo pero la verdad, yo cuando miro los ojos de mi peludilla siento que no puedo enfadarme con ella. A fin de cuentas es quién está a mi lado cuando estoy mal, viene y apoya su cabeza en mi pierna y aunque no hable, sí que escucha y la compañía que da, no tiene forma de describirse.

Como ya sabemos Affinity es un experto en sacar a relucir todos estos factores que nos hacen sentir nuestros amiguetes de cuatro patas y hoy os traigo una pieza que, a mi parecer, no le falta razón, y es que algunas veces hacemos auténticas locuras por ellos, o pequeños gestos, como en mi caso levantarme un sábado a las seis y media de la mañana, que no haríamos, ni de lejos, por otras personas a menos que fuese un asunto de causa mayor. 


En algún momento leí que el amor verdadero no puede expresarse por palabras, y si me paro a pensarlo, quizás encontremos algunas como calidez, cosquilleo, cariño... pero eso no es una descripción como tal y si el amor verdadero no puede describirse con palabras, el amor más puro y más sincero que existe, tampoco lo hace. El mejor amigo del hombre no tiene ese apodo por una casualidad, lo que ellos nos dan se merece que lo correspondamos de la mejor manera, pues su nobleza le vendría bien a más de una persona... Bueno, a la mayoría de ellas.

Y bien pequeños cachorretes, hoy se nos queda en algo corto la cosa, solo quería compartir este gran insight que nos ha aportado Affinity con vosotros y desearos un buen día.

Hasta la próxima, peludos.

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